Tengo un rumbo a seguir, hoy.

Con los pies descalzos sobre la arena camino hacia mi destino, no es importante si algún día llego, lo importante es que muchas veces creo que voy a llegar, a veces caigo de rodillas, me pregunto si me habré perdido, pero eso no es lo importante, lo importante es que a veces se que no puedo ir hacia otro lugar, me dejo llevar por la corriente cuando me veo desorientado, y esprinto cuando veo una señal. Algunas personas encuentro que me quieren engañar, pues dicen saber que no existe tal lugar, otras en cambio me ofrecen agua para caminar, cuando sale el fuerte sol me desconcierto, me tumbo, medito y a veces me siento incapaz, pero dura solo unas horas, la luna jamás puede fallar. Así es mi camino, es el mio, encuentro gente de frente, viniendo del este y del oeste, con suerte alguien especial me acompaña un largo trozo y otros muchos que aún están por llegar. Me canso mas de lo que quisiera, a pesar de que me considero paciente, digo ostia muchas veces, supongo que todavía me queda mucho por aprender, pero tengo mucha suerte, mi yo de hoy tiene un rumbo, y para que preocuparme... no conozco a mi yo del mañana.